Los días 1 y 2 de Abril, Viernes a las 17:00 y Sábado a las 13:00 salimos de la carpa instalada para la feria de artesanía en el Arenal para ver las vidrieras de Bilbao, dentro de la visita hay una pieza exquisita por su simbolismo y técnica de ejecución, es el Rosetón de la Catedral. En este breve articulo os explico un poco su simbolismo y evolución a través de la historia y de las diferentes culturas.
Es durante el gótico, cuando se abandonan los terrores milenarios del románico y se considera que la luz es una cualidad divina y se abre una nueva era de amor a la naturaleza y a Dios.
Durante el gótico, se incorporan unos nuevos elementos constructivos como las bóvedas de nervadura, los pilares, los arbotantes, y los contrafuertes con pináculos y flechas que hicieron innecesaria la presencia de los muros como elementos sustentantes, circunstancia que permitió el uso de grandes ventanales con vidrieras y rosetones.
Por rosetón se entiende ventana circular, con adornos y calada, dotada de vidrieras y con tracería generalmente radial,
El rosetón es una característica de la catedral gótica en la que intervienen los maestros vidrieros, los talladores de piedra y los escultores. Sus delicados y aéreos elementos que exigen una gran habilidad técnica por parte de sus creadores se pueden comparar a un encaje de piedra donde el color, aumenta la sensación luminosa convirtiendo al rosetón en un verdadero caleidoscopio. Normalmente, estos rosetones suelen colocarse en la fachada de la entrada encima del pórtico en el caso del rosetón principal y los otros en las fachadas laterales de los cruceros. Estos rosetones con sus decoraciones que pueden ser figuras geométricas, motivos en estrellas o rayos, además de su función decorativa están dotados de significados simbólicos.
Por su semejanza a la rosa, al rosetón se le ha atribuido un simbolismo mariano, aunque también puede remitir a Cristo como asociación a los rayos del sol. La rosas representan a María, “rosa sin espinas”, ya que fue concebida sin el pecado original.
Si la rosa, en el mundo occidental, es la flor con mayores significados simbólicos y la más utilizada, en la India, representa el alma, la perfección, el amor y el corazón, además de ser contemplada como un mándala y centro místico.
La forma del rosetón gótico está inspirada en el mándala del budismo y el hinduismo, representaciones simbólicas del microcosmos y el macrocosmos, y que se utilizan como objeto de meditación como ayuda para provocar determinados estados mentales y ayudar al espíritu en los avances de su evolución.
Son numerosas las culturas que poseen este tipo de configuraciones, casi siempre con finalidad espiritual.
En la obra taoísta «el secreto de la flor de oro» manual de métodos taoístas y budistas, se enuncia en lenguaje poético una técnica de meditación, reducida a una fórmula sobre la respiración, la postura y la contemplación. El practicante, después de las largas prácticas de meditación, verá enfrente del punto medio de sus dos ojos una imagen brillante denominada mándala.
Los taoístas chinos piensan que la imagen brillante del mándala está relacionada con la Luz Original, la Esencia divina y la Flor de Oro.
Para los místicos persas, el jardín, no es sólo un lugar adornado de plantas aromáticas, árboles frutales y corrientes de agua, su objetivo era aportar la tranquilidad recreativa y espiritual, un paraíso en la tierra donde la rosa, palabra que le da el nombre al elemento arquitectónico, era considerada fuente de contemplación pura.
En los rosetones góticos podemos ver un ejemplo de cómo los significados de los símbolos, expresiones recónditas de la naturaleza humana, se repiten en diferentes culturas, unos símbolos que han sido utilizados sobretodo en las antiguas culturas, cuando la religión como hoy la concebimos no existía . Para muchos expertos en mándalas las imágenes circulares, sin principio ni fin, provienen de las visiones y de los sueños pertenecientes a los más primitivos símbolos espirituales creados por la humanidad ya desde el Paleolítico, así que amigos, os invito a que abandonéis vuestros prejuicios eclesiásticos y visitéis Iglesias, Basílicas y Catedrales en busca de Rosetones que os inviten a la reflexión y meditación, que tanta falta nos hace.